Son muchas las empresas y los particulares que están viendo que su patrimonio es insuficiente para hacer frente a las deudas de la empresa. Si este es también tu caso, debes conocer que en nuestra legislación existe un procedimiento judicial a través del cual los deudores pueden pagar a sus acreedores de forma ordenada. Para ello se siguen las distintas fases de un concurso de acreedores.
¿Qué es el concurso de acreedores?
Es un procedimiento judicial que tiene como principal objetivo el que una empresa o persona física que se declara en estado de insolvencia pueda alcanzar un acuerdo con sus acreedores. Además de satisfacer a los acreedores, el concurso de acreedores permite que el empresario pueda seguir ejerciendo sus actividades empresariales mientras el concurso se lleva a cabo.
Al finalizar, el concurso puede dar como resultados dos posibles soluciones:
1-Que se llegue a un acuerdo o convenio con los acreedores, pactando una quita o aplazamiento de la deuda.
2-Que finalmente se liquiden los bienes de la empresa. Si no hay acuerdo, la Ley prevé un procedimiento para liquidar los activos de la sociedad para después repartir entre los acreedores.
Para que puedas entender cada una las fases de un concurso de acreedores, en Orejas Abogados hemos preparado este completo artículo.
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El pre-concurso, la fase previa
Antes de explicarte cuáles son las fases de un concurso de acreedores, queremos incidir en la fase previa, el pre-concurso. Este proceso es proclamado por el juez de lo mercantil a través de una declaración del deudor.
La finalidad del pre-concurso consiste en poder negociar con los acreedores antes de entrar en un concurso de acreedores. Para ello, el juez concede tres meses de plazo en los que la empresa queda exenta de ejecuciones judiciales o extrajudiciales que puedan afectar a la continuidad de la actividad de la empresa.
Las 4 fases de un concurso de acreedores
El Real Decreto Legislativo 1/2020, de 5 de mayo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley Concursal, es la norma encargada de estructurar el procedimiento concursal en las cuatro fases de un concurso de acreedores:
1-Fase común
La primera de las fases de un concurso de acreedores se denomina fase común. Esta fase se inicia con la solicitud de declaración del concurso. Esa solicitud la puede realizar el deudor, lo que se conoce como concurso voluntario. Pero también los acreedores u otras personas legitimadas pueden presentar la solicitud, en este caso hablamos de un concurso necesario.
Una vez que se ha presentado la solicitud, es el juzgado competente el que se encarga de examinar y revisar que la insolvencia del deudor está perfectamente acreditada. Si está todo correcto, dictará un auto declarando el concurso de acreedores.
Tras dictar dicho auto, el juez nombra al administrador concursal que se encarga de analizar todos los datos y circunstancias que puedan ser relevantes para tramitar el concurso. Con todos estos datos el administrador emite un informe.
El informe se acompaña de un inventario de la masa activa (que son los bienes que posee el empresario), la lista de los acreedores y una valoración económica.
Con la determinación de la masa activa, se trata de averiguar cuáles son los bienes del deudor, cuáles no son suyos y aquellos que se deben reintegrar a su patrimonio por haber salido de forma indebida en los dos años anteriores a la declaración del concurso de acreedores.
En cuanto a la masa pasiva del concurso, el administrador concursal determina los créditos que existen contra el deudor que se clasifican en créditos con privilegios especiales, generales, ordinarios y subordinados.
Tras las modificaciones de las posibles impugnaciones de los acreedores del informe provisional, el administrador concursal acaba la primera de las fases de un concurso de acreedores con el informe definitivo.
2-Fase de convenio
La segunda de las fases de un concurso de acreedores comienza con la presentación, por parte del deudor o de los acreedores, de una propuesta de convenio. Cualquier propuesta debe contener proposiciones de quita o de espera. Además, puede contener proposiciones alternativas o adicionales para todos o para alguno de los acreedores.
Es entonces cuando se convoca a la junta de acreedores para que se proceda a la votación de la propuesta más favorable para sus intereses. El resultado de la junta de acreedores se recoge en un acta que se lleva ante el juez para que proceda, mediante sentencia, a la aprobación de dicho convenio.
Lo ideal es conseguir un convenio favorable tanto para los acreedores como para el deudor. Esto puede llegar a suponer la recuperación económica de la empresa o de la persona particular.
3-Fase de liquidación
Puesto que la fase de convenio no siempre resulta exitosa (porque no hay bienes suficientes para satisfacer las deudas o porque no se ha conseguido una negociación con los acreedores) se puede iniciar la fase de liquidación.
Esta fase de liquidación puede abrirse en cualquier momento del concurso a instancia del deudor, a petición del administrador concursal o de oficio (por el juez) cuando no se presentan propuestas de convenio o ninguna de esas propuestas es aprobada por la junta de acreedores.
La fase de liquidación es la tercera de las fases de un concurso de acreedores. Tal y como su nombre indica, es el momento de liquidar los bienes del deudor con el fin de pagar el máximo de la deuda posible.
Durante esta fase de liquidación, el deudor pierde sus facultades de administración y disposición de la masa activa, que pasa al administrador concursal.
4-Fase de calificación
La última de las fases del concurso de acreedores es el momento en el que el juez dicta sentencia después de que la administración concursal y el Ministerio Fiscal hayan elaborado un informe en el que se califica el concurso.
En función del comportamiento del deudor, el juez califica el concurso, que puede ser concurso fortuito o culpable.
El concurso fortuito es aquel en el que el deudor no incurre ni en dolo ni culpa grave o negligencia que pudiera incidir en la situación del empresario.
Cuando el deudor hubiera generado o agravado su situación de insolvencia, por actuar de forma dolosa o con culpa grave, hablamos de concurso culpable. Algunos ejemplos serían: no haber solicitado el concurso de acreedores a tiempo, llevar contabilidad irregular, etc.
La declaración de un concurso culpable puede conllevar ciertas consecuencias, como la imposición de inhabilitaciones, indemnizaciones o sanciones para el deudor.
La figura del administrador concursal en las fases de un concurso de acreedores
Ahora que ya conoces cuáles son las fases de un concurso de acreedores, queremos centrarnos en el papel del administrador concursal. Es uno de los grandes desconocidos y, a su vez, es clave en todo el proceso.
El trabajo del administrador concursal durante las fases de un concurso de acreedores consiste en analizar, evaluar y comprobar que la empresa declara en concurso de acreedores habiendo cumplido con todas las formalidades exigidas por ley. Además, se encarga de examinar el inventario de la empresa y relacionarlo con los créditos de sus acreedores. Todo este trabajo queda recogido en un informe que, como ya hemos explicado, es la base para llegar a un convenio o liquidación.
Si eres empresario y te encuentras en situación de insolvencia en Orejas Abogados te recomendamos que actúes de manera rápida y adecuada, tanto si quieres negociar la deuda como para evitar responsabilidades en el futuro. En Orejas Abogados podemos ejercer como administrador concursal y asesorarte cómo poder actuar en cuanto a los concursos de acreedores.
Somos un despacho especializado en Derecho Mercantil, Derecho Civil y Derecho Concursal y tenemos amplia experiencia en concursos de acreedores. Cuéntanos cuál es tu caso y nuestro equipo de expertos podrá asesorarte durante todo el proceso de forma presencial, online o telefónica. Solo tienes que llamarnos a nuestro despacho de abogados en Gijón: 985 25 48 66 y solicitar tu primera visita que es gratuita.
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